La protagonista de Harry Potterno está llevando muy bien la superficialidad y los cánones estéticos que 'exigen' a las estrellas hollywoodienses. De hecho no ha dudado en afirmar que Los Angeles "asusta a lo peor de mí".
Emma Watson es otra de las estrellas que no quiere caer víctima de la fortuna y la fama. De hecho, la joven ya tuvo que abandonar sus estudios en la Universidad de Brown fruto de un 'ataque de claustrofobia' que le impidió verse preparada para sacar su carrera adelante.
"Siento como si tuviera que entrenar cuatro horas al día, contar las calorías de todo lo que meto en mi boca y ponerme botox a los 22. Obsesionarme con cómo estoy todo el tiempo...Me voy a volver loca, perdería toda la cordura", confiesa la actriz al diario Daily Mail.
A pesar de que es una de las actrices más cotizadas y valoradas actualmente, ha dejado claro que no es tan fuerte como parece. Su familia es su principal apoyo y son ellos quienes no han dejado que caiga en las redes de la mala vida.
No ha tenido la misma suerte su compañero de reparto, Daniel Radcliffe, que hace unos días admitió públicamente que sufre serios problemas de dependencia al alcohol por culpa de su estilo de vida propio de una celebrity.
La cantante Lily Allen también confesó recientemente que ella incluso llegó a vomitar después de las comidas y a tomar drogas para conseguir estar delgada.
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