Los responsables de grandes estudios como Disney y Universal tuvieron que dejar sus puestos por los malos resultados. Ahora buscan adaptar sus estrategias
MATTHEW GARRAHAN ()
Tras un verano (boreal) lleno de películas caras que fracasaron en las boleterías de los cines de Estados Unidos, un film con un presupuesto de apenas u$s 15.000 y con un elenco de desconocidos se está por convertir en uno de los éxitos sorpresa del año.
Paranormal Activity, una película de horror realizada a la manera del Blair Witch Project, está agotando las exhibiciones de trasnoche en un puñado de ciudades del país y promete convertirse en un auténtico éxito este mes, cuando Paramount la estrene.
El boca a boca positivo que rodea a este film representa un marcado contraste con la reacción negativa que han tenido varios lanzamientos de gran presupuesto, que resultaron fracasos de taquilla. Como consecuencia, Hollywood ha decidido ajustarse el cinturón, y las películas de bajo presupuesto podrían convertirse en la norma en los próximos meses.
El costo promedio de producir y comercializar una película de estudio aumentó más de 6% desde 2007, según informó la Motion Picture Association of America –la entidad que nuclea a los estudios de Hollywood–, mientras algunas fuentes de ganancias, como la venta de DVD, declinaron abruptamente en los últimos 12 meses.
Este panorama obligó a la industria a enfrentar opciones difíciles. En Universal Pictures y Walt Disney, donde varios films costosos fracasaron recientemente, se elaboran nuevas estrategias y varios altos ejecutivos han sido reemplazados.
Como presidente de Walt Disney Studios, Dick Cook supervisó algunos de los éxitos más rentables de la compañía, como la serie de Piratas del Caribe, pero tuvo que dejar su puesto el mes pasado tras películas que no tuvieron buena respuesta de público como G-Force y Confesiones de una compradora compulsiva.
Algo parecido ocurrió en Universal Pictures, donde esta semana fueron relevados Marc Shmuger and David Linde, quienes compartían la presidencia del estudio y lo dirigieron durante sus dos años más rentables: 2007 y 2008.
Pero este año los resultados de Universal fueron espantosos. Funny People, una película de Judd Apatow protagonizada por Adam Sandler, fracasó en boletería pese a que su costo de producción rondó los u$s 70 millones. Y Land of the Lost, una comedia en la que actúa Will Ferrell y costó u$s 100 millones, obtuvo sólo u$s 64 millones, además de algunas de las peores críticas del año.
Ahora, tanto Universal como Disney han prometido tener más control sobre sus costos y Bob Iger, CEO de Disney, se ha referido varias veces durante este año a los “cambios sectoriales” dentro de la industria, especialmente al colapso del mercado de los DVD. La empresa llegó a un acuerdo para distribuir films financiados y producidos por DreamWorks, la compañía de Steven Spielberg. Esto implica que Disney financiará menos películas, lo que reduce riesgos en caso de que uno de los films no tenga un buen desempeño en boletería.
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