Parece que a Lindsay Lohan le llueven los problemas. Por si fuera poco con su nefasto debut como diseñadora de Úngaro en la semana de la moda de París ahora las adicciones de la actriz vuelven a ser noticia. Si sus abusos a las drogas y el alcohol eran conocidos por todos, a esta lista se le suma desde hace unos días los fármacos. Y es que Michael Lohan, padre de la joven, ha reconocido que la intérprete es adicta a las 'drogas legales', tanto que incluso afirma no reconocerla. 'Es una persona diferente. La última visita que le hice fue horrible, sólo pude llorar. Esta no es la niña que yo he criado', contó su progenitor.
Michael, con quien la actriz mantiene una relación nada buena, afirmó estar muy preocupado por la salud de la joven ya que ve un parecido razonable entre la vida de Lindsay y los hábitos que tenían Michael Jackson y Heath Ledger antes de morir.
Todo comenzó con la última aparición pública de la que fuera estrella de las películas de Disney en la semana de la moda de París, donde el aspecto deteriorado y envejecido de la intérprete no pasó desapercibido para nadie y volvió a levantar todo tipo de rumores. Su padre no tardó en reaccionar y, en una entrevista exclusiva en Radaronline, afirmaba que la culpa del pésimo aspecto de su hija lo tienen las drogas con prescripción médica. Y es que, según su progenitor, los medicamentos que está tomando su hija la están 'convirtiendo en otra persona'.
Sin querer decir cuáles son esas sustancias a las que es adicta, Michael está intentado ayudar a su hija y que ésta tome el camino adecuado. 'Voy a quitarle los medicamentos que está tomando, no sólo las drogas y el alcohol matan. Los medicamentos recetados pueden destruir a una persona y algunas veces son más difíciles de detener', comentó.
Por si esto fuera poco, el polémico padre de Lindsay afirmó que su hija no trabaja por culpa de estos medicamentos. '¿Saben por qué ella ya no actúa? Porque no puede, todo su talento está escondido tras los medicamentos. No es ella misma. Me dan escalofríos cuando me abraza o me da un beso, noto que está ausente en su interior', concluyó.
En los últimos tiempos la joven es más conocida por sus excesos y escándalos que por su vida profesional, algo a lo que su padre quiere poner fin. Sin embargo, lo va a tener difícil ya que no es la primera vez que Lindsay pasar por un centro para intentar superar sus problemas con las drogas. Hasta tres veces ha ingresado en clínicas de desintoxicación con tan sólo 22 años.
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