15 jul 2011

LAS MIL Y UNA CARAS DE SELENA GÓMEZ

   Tiene 18 años aunque hay veces que fácilmente se echa encima por lo menos media docena más. Si por algo se caracteriza esta cantante es por conseguir experimentar auténticas metamorfosis en todas y cada una de sus apariciones. Pero no siempre da en el clavo.
   Parece que entre los indispensables del neceser Selena Gómez no pueden faltar los tonos rosas para los labios y las pinzas para el pelo, todo un acierto. Sin embargo hay otras ocasiones en las que el abuso de los tonos fuertes hacen un flaco favor a su look.
   Y es que, si bien los tonos claros favorecen sus facciones dulces de baby doll, cuando en los labios elige colores como el rojo o el granate el resultado es todo un fracaso ya que consigue aparentar que es un niña que le ha robado las pinturas a su madre.
   En los rostros de facciones infantiles y dulces, un maquillaje recargado no es la mejor opción ya que no hace madurar el gesto sino más bien ridiculizarlo.
   Lo mismo ocurre con el pelo. El cabello ultraliso es muy elegante pero en el caso de Selena, que su forma natural es ondulada, lo que consigue es aparentar un saco de años más de golpe. Amén de dar una imagen bastante artificial.
   Aunque para artificiales sus bucles a lo 'muñeca chochona' en una de sus últimas apariciones sobre la alfombra roja. Pecó de repolluda y dejó a entrever que detrás de ese peinado tan artificial había mucho trabajo.
   Siendo joven es muchísimo mejor presumir de naturalidad tanto en el pelo como en el maquillaje y no tratar de aparentar más años. De eso ya se encargará el inexorable paso del tiempo. Resulta paradógico que mientras unas insisten en echarse años, otras traten de quitárselos.
   No obstante los cambios de looks de Selena, aunque no siempre acertados, son todo un ejemplo de que experimentando es la mejor manera de conocer los puntos fuertes (y débiles) que se deben tener en cuenta a la hora de arreglarse.






















  LOS ANGELES, 12 Jul. (EUROPA PRESS - Alba Porras)

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